sábado, 23 de julio de 2011

Mínima de Marcela Armas


Mínima de Marcela Armas fue una exposición que entre muchas otras cosas puede definirse como memorable. Siguiendo con la linea del post "Los viejos tiempos siempre fueron mejores" donde les comento de la expo La hora feliz de Leonardo Ramírez que se presentó en la ciudad de Durango cuando el IMAC estaba en el barrio de Analco. Pues justo fueron las exposiciones Esculturas dinámicas de Gilberto Esparza y Mínima de Marcela Armas con las que oficialmente el IMAC abrió al público en su nueva dirección en la calle de Independecia, en el centro de ciudad alacrana, donde en vida tuvo su hogar Olga Arias. El mismo día tuvimos invitada a Taiyana Pimentel como conferencista hablando de arte contemporáneo. No se me olvida que levantó ampollas entre la distinguida concurrencia mostrando el trabajo de Teresa Margolles, Santiago Sierra y Minerva Cuevas (jo jo jo). 

El asunto es que el día de ayer estuve tomando unas chelitas con esta bonita pareja (Marce y Gil) y por supuesto el recuerdo del asunto se me vino a la cabeza.

Les dejo el texto de la hoja de sala y algunas fotitos.



MÍNIMA / Marcela Armas
Exposición escultórica
4 a 25 de agosto de 2006

Instituto Municipal del Arte y la Cultura de Durango
Salón de proyectos

Hablar de la obra de Marcela Armas obliga, por sus características, a hacer una pequeña introducción a las dinámicas del siempre polémico arte contemporáneo.

El arte se ha legitimado en la tradición occidental por la destreza. Había una iconología y un oficio para representarlo hasta alcanzar la excelencia. Antes el arte era más lento, casi moroso, de legitimación más objetiva. Ahora el argumento es distinto, si uno es capaz de incidir en la sensibilidad contemporánea ya es artista. La historia ata y el arte requiere de libertad. El arte se desgasta cuando se banaliza y por tanto las exposiciones no deben ya mostrar objetos, sino ideas y la razón fundamental para hacerlo es “el agotamiento de la fe en el carácter objetivo, calculable y mensurable de la 'belleza'; la emancipación de la obra de arte de su subordinación a lo naturalmente bello, con la relativa obtención de una autonomía estética y la creación de nuevas y eficaces 'representaciones sociales de la memoria'” *. Toda manifestación artística es breve por necesidad, sólo se entiende en un continuo estado de crisis. Cuando se extiende demasiado en el tiempo acaba transformándose en estilo y perdurando como norma. “El arte no muere en la crisis, sino en el éxito.” **

Mínima, como cualquier otra exposición, es por un lado, “una práctica que incluye la selección y evaluación de las obras seleccionadas, y por otro, un sistema de significados compuestos por una serie de afirmaciones o expresiones: el de las obras individuales. Estos significados son simultáneamente atrapados por los títulos, ámbitos y comentarios de la exposición y a la vez liberados y diseminados por el propio proceso de articulación. No hay que olvidar que, aunque la exposición se sitúa en un contexto determinado, se desarrolla en una disposición espacio-temporal fundamentalmente abierta, en la que el espectador puede seguir un discurso, o parar y volver atrás cuando lo juzgue necesario.” ***

Mínima de Marcela Armas, es una exposición integrada por diez piezas pequeñas que en un principio parecen herméticas, y lo son, puesto que capturan momentos íntimos vividos por la autora que no pueden ser descifrados en su totalidad por el espectador. A medio camino entre la escultura y el ready-made y muy cercano, entre otras cosas al arte povera, Marcela estructura un discurso, elaborado hasta el exceso, valiéndose de signos extremadamente sencillos que se vierten en la construcción de objetos, los cuales son como pequeños instantes capturados en las piezas que tenemos enfrente; un ancla o referente a algo que en realidad no vemos y nos habla de otra cosa, más trascendente, a través de un pequeño símbolo. Al mismo tiempo se mantienen duras, enigmáticas y poco dúctiles. ¿Cómo es, entonces, que estos objetos pueden ser leídos? La respuesta nos la da la intuición… la obra de arte permanece inconclusa hasta que el espectador la completa valiéndose de sus muy particulares referentes. Así la pieza se expande y encuentra múltiples sentidos, se le deja libre para que encuentre su propia identidad, que es aquella que el espectador decide darle. 

Indudablemente una explicación de cada una de las piezas sale sobrando, puesto que acota y limita las posibilidades de lectura que se pueda tener de la obra, pero un pequeño comentario de alguna de las cosas que pueden contemplarse en los objetos expuestos puede servir de sugerencia, que indudablemente, si el espectador así lo decide, puede ser descartada.


Marcela Armas Lozano
1. Abrir con cuidado / open carefully
Tapa de lata
6.5 x 8 x 2 cm
2004
...el riesgo de corte que lleva consigo un borde afilado.


Marcela Armas Lozano
2. Estanque
Tapa de aluminio
15 x 15 cm
2005
Desperdicio convertido en poesía… una piedra cae en un estanque.


Marcela Armas Lozano
3. 602 cm2
Hoja de papel bond tamaño carta
2.8 x 1.9 x 2.4 cm
2005
Cómo un espacio limitado para contener lo infinito.


Marcela Armas Lozano
4. Hoja supernova
Hoja de papel bond tamaño carta
Medidas variables
2005
Se representa la belleza, en una escultura prácticamente bidimensional y cercana a lo pictórico, una simple hoja de papel y la acumulación de orificios… una emulación del oficio y dedicación del pintor académico. 


Marcela Armas Lozano
5. Jabón sumergido
Barra de jabón
14 x 6 x 2 cm
2005
Un exitoso uso de la sinécdoque, una invitación a rellenar los vacíos, a completar lo faltante.


Marcela Armas Lozano

6. Piel corazón
Cebolla
Medidas variables
2004

Un objeto cuyo exterior es exactamente igual a su interior… si se vislumbra una moraleja es mera coincidencia. 


Marcela Armas Lozano
7. Lápiz 
Medidas variables
2005
El todo, la suma de sus partes el ansia infantil de saber de qué están hechas las cosas.


Marcela Armas Lozano
8. Indio descuartizado
Etiqueta de cerveza
Medidas variables
2005
Similar a la pieza anterior, el goce de desarmar y reconstruir. La belleza clásica, la retícula, la estructura…  


Marcela Armas Lozano
9. Restos
Aluminio
Medidas variables
2005
La materia prima desechada, un insecto muerto… 


Marcela Armas Lozano
10. Recordatorio
Pañuelo de papel
Medidas variables
2005
El rescate de un objeto cuando no sirve más… el ansia… la reliquia… el fetichismo…

Otro tipo de interpretación de las piezas es también valido, sólo hay que superar la dificultad que representa el hecho de que algo realizado con materiales sin valor pueda estar cargado de nostalgia, belleza, romanticismo y un largo etcétera.

Por otra parte, la lectura en conjunto de las piezas es distinta. Ésta es una exposición de ideas, muy sencillas, muy contundentes. Las piezas agrupadas se despojan de la humildad que su propia naturaleza presupone. Dejan atrás la belleza de lo cotidiano, dejan de ser momentos preciosos. Lo que importa es la idea y la posibilidad que ésta otorga al objeto artístico a partir de cosas mínimas y Marcela Armas lo demuestra no una ni dos, sino diez veces. La exposición Mínima se convierte en una dura crítica a la medianez y sensiblería del arte burgués, tan apreciado en Durango. Las humildes piezas se llenan entonces de soberbia, se colocan en la posición de hacer juicios de valor (aunque los son objetos no sean capaces de tal cosa). Así, la obra se convierte en una declaración o manifestación de una forma de estar en el mundo, la de la artista, la del curador, la del espectador… alguna de las tres o todas ellas.


Una vez más otro tipo de lectura es posible, y la museografía así lo sugiere… lejos de los pedestales, vitrinas y paredes del museo o galería (kunstkammer) y más cerca del gabinete de historia natural, de la mesa de disección, del taller del artesano, del “cuarto de maravillas” (wünderkammer), se hace al espectador una invitación a la contemplación y al análisis, a que ponga un poco de sí mismo dentro de la obra.


Jorge Armando Ortega del Campo


*. BODEI, Remo, “ 'Tumulto de criaturas congeladas' O sobre la lógica de los museos”, El museo: historia, memoria, olvido,  Fundación José Ortega y Gasset, Madrid, 2006, pg. 28.
**. BORJA-VILLEL, Manuel J. “Los límites del museo”, Els límits del museu, Fundació Antoni Tàpies, Barcelona, 1995, pg. 212
***. Ídem. 

...el recorrido inaugural con los entonces alcalde de Durango, Jorge Herrera Delgado, y  directora del IMAC, Corín Martínez Herrera.

Jorge Herrera Delgado y Taiyana Pimentel escuchando los comentarios del público sobre la obra :)

Y por supuesto, espectadores hojeando nerviosamente el folletito.


y AQUÍ se puede descargar la nota publicada en el Siglo de Durango

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