martes, 29 de enero de 2013

Las chicas de la Tierra son fáciles


Las chicas de la Tierra son fáciles es el nombre de la primera serie que realicé cuando hacia mis pininos en esto de ser artisto cuando era un estudiante en Cuévano  Ésta serie estuvo conformada primero por ocho piezas, de las cuales cuatro se presentaron en la exposición Invasión extraterrestre en la salas Polivalente y Hermenegildo Bustos de la Universidad de Guanajuato, por ahí del 2002, en una expo curada por Leonardo Ramírez, que también curó la exposición Link-X que se presentó en las mismas fechas, pero en el Museo de la Ciudad de Querétaro. Leonardo Ramírez a su vez, escribió el texto de la última vez que está serie fue presentada en 2007.



Ayesha 
(Los versos satánicos de Salman Rushdie)
Inyección de tinta sobre lona plástica / 100 x 200 cm / 2002




Las chicas de la Tierra son fáciles es una serie que representa y reinterpreta iconográficamente a personajes femeninos de la literatura, como Lisistrata, Dulcinea, Mina Murray o Alia Atreides. 

En 2002, que fue cuando empecé a trabajar en este proyecto, la lona impresa era un soporte súper sensa... novedosísimo y así. En estos momentos ni en defensa propia se me ocurriría trabajar con ese material, pero la verdad es que quedaron muy muy bien en ese soporte. Por cierto, los dibujos se hicieron primero en papel, luego los entinte, luego fueron escaneados, luego vectorizados y coloreados. Algunos de los bocetos pueden verse en este link. 

Mientras estuve en Barcelona por casualidad pasé a la inauguración de una exposición en la Galería Punt Multimèdia, y le mostré las piezas a la directora, cuyo nombre desafortunadamente olvidé. Meses después me invitó a exponer la serie (que tendría que agrandar a 15 piezas), en su galería, convirtiéndose así en mi primera y única exposición individual fuera de México. Por último tuve ocasión de exponer la serie en mi aldea, Durango, en el salón de proyectos del Instituto Municipal del Arte y la Cultura (IMAC), pero está vez la muestra tuvo por nombre Not from Venus nor from Mars... (donado por David Tremary), donde tuve el gusto de compartir la inauguración con Miguel Ángel García Padilla, que llevaba su serie Viento a exponer a la Sala Guillermo Bravo del mismo instituto y así es cómo salió el asunto...




Santa Alía del cuchillo, cazadora de mil millones de mundos
(Hijos de Dune de Frank Herbert)
Inyección de tinta sobre lona plástica / 100 x 200 cm / 2002


Space glitter / Diamantina espacial


“Es difícil imaginar o subestimar el precio que muchas de estas mujeres pagaron en el transcurso de la soledad, la duda de sí mismas, el ridículo y el insulto. A menudo se les acusó de flagrante violación de las leyes, escritas y no, de Dios y los hombres. Muchas fueron privadas de su libertad por sus creencias y actividades. Fueron vistas como transgresoras del orden natural, el modo en el que “todos” creían que las cosas debían ser. Ellas perseveraron contra todas las dificultades que se suponían infranqueables y triunfaron.”
Phyllis J. Read y Bernard L. Witlieb 
  The Book of Women's Firsts

Recién me devolvieron algunas películas que presté hace unos de días y observo con sorpresa que las 5 cajas que tengo en las manos cuentan historias de mujeres; art star, niña de concurso, aristócrata adolescente, vendedora de tienda departamental y la hija de un par de junkies sin remedio.

El común denominador de esas películas es que abordan en sus historias a mujeres extraordinariamente desenfadadas, extrovertidas, exóticas y  divertidas –¡guau! como las mujeres de Maitena, la caricaturista argentina- que al mismo tiempo son ejemplos de soluciones narrativas inteligentes que encontraron los guionistas y directores.

Pues justamente me llamó la atención, que en una pila de información digital amontonada al azar, me pudiera percatar de cuan complejo y fascinante puede ser el mundo femenino. En tan sólo la palma de mi mano y gracias a un atisbo, encontré  varias alusiones a los personajes que Jorge Ortega del Campo examina con una acuciosa y obsesiva compulsión y es justamente ahí donde creo que radica su interés en la decodificación minuciosa de ciertos personajes femeninos arquetípicos que le han atraído por sus peculiaridades personales, históricas o histéricas y las posibilidades de representación que estos tienen  y con los que encuentra afinidades estéticas o emocionales.

Las piezas de la exposición Not from Venus nor from Mars... de Jorge Ortega del Campo recorren un amplio espectro de referencias y soluciones visuales (muy cercanas a la ilustración), por ejemplo, su uso indiscriminado del manga es, desde mi perspectiva, su más grande acierto formal, ya que otorga a éstos personajes un grado mítico y lejano, hecho que favorece el que puedan portar vaporosos vestidos, listones  voladores, brillos inverosímiles (o mas bien verosímiles para la película de Barbarella) y colocarlos al nivel de súper heroinas de la aldea global.

Si analizamos las figuras con detenimiento, podemos encontrar detalles maravillosos envueltos en una serie de trazos y colores sofisticados, elementos que nos dan la facilidad de reconocer o recordar a ciertos personajes por una u otra razón. Las minucias a las que me refiero son evidentes, pero quedan perfectamente integradas en la composición final de las obras de Jorge Ortega del Campo, de tal forma aparecen como conejos flotantes, manos ensangrentadas, miles de mariposas en un manto largo de color dorado.

Sus piezas desarrollan una particular movilidad estructural que les permite cambiar de dimensiones con toda naturalidad, de tal modo que no resultaría extraño que encontrásemos estas obras como figuras espectaculares de grandes dimensiones o en pequeños recuadros de papel impreso en inyección de tinta.

En la exposición Just Play algunas de sus figuras estaban colocadas en el ala lounge de una discoteca, ahí, en ese espacio, en el techo, una esfera discotequera, arrojaba fragmentos de luz y colocaba a estos personajes en una  pequeña  atmósfera de ciencia ficción, lugar en donde las imágenes deambulaban sin ningún problema, en un espacio artificial, ad-hoc para estas simulaciones electrónicas.

Tengo la impresión de que estas piezas han encontrado cabida en otros espacios, donde seguramente circularán y  su influencia será definitiva. No me extrañaría encontrar a estas mujeres convertidas en muñecas de acción, en figuras animadas o involucrándose en otro tipo de formatos, como un cómic, asunto que me parece muy antojable.

La cercanía que tengo con sus obras me hace pensar en que podría estar viendo tranquilamente un montón de personajes más, en mi computadora o en la televisión, recordando mis tardes adolescentes de historietas y harta coca-cola con cheetos.


Leonardo Ramírez
Cd. de México
Febrero de 2007










Alicia
(Alicia en el País de las Maravillas de Lewis Carroll)
Inyección de tinta sobre lona plástica / 100 x 200 cm / 2002





Dulcinea del Toboso 
(El ingenioso hidalgo Don Quixote de la Mancha de Miguel de Cervantes Saavedra)
Inyección de tinta sobre lona plástica / 100 x 200 cm / 2004





Leonora
(El cuervo de Edgar Allan Poe)
Inyección de tinta sobre lona plástica / 100 x 200 cm / 2004







Justine 
(Justine o los infortunios de la virtud de Donatien-Alphonse-François de Sade)
Inyección de tinta sobre lona plástica / 100 x 200 cm / 2004







Lilit 
(Yalqut Reubeni recopilación de R. Reuben Ben Hoshke Cohen)
Inyección de tinta sobre lona plástica / 100 x 200 cm / 2004






Lisístrata
(Lisístrata de Aristófanes )
Inyección de tinta sobre lona plástica / 100 x 200 cm / 2002




La reina Mab 
(Romeo y Julieta de William Shakespeare)
Inyección de tinta sobre lona plástica / 100 x 200 cm / 2002






Lady Macbeth
(Macbeth de William Shakespeare)
Inyección de tinta sobre lona plástica / 100 x 200 cm / 2002





Lucía, la Maga 
(Rayuela de Julio Cortázar)
Inyección de tinta sobre lona plástica / 100 x 200 cm / 2004






Margarita 
(Fausto de Johann Wolfgang von Goethe)
Inyección de tinta sobre lona plástica / 100 x 200 cm / 2002







Pentesilea 
(Posthomérica de Quinto de Esmirna)
Inyección de tinta sobre lona plástica / 100 x 200 cm / 2004




Mina Murray
(Drácula de Bram Stoker)
Inyección de tinta sobre lona plástica / 100 x 200 cm / 2004





Úrsula Iguarán
(Cien años de soledad de Gabriel García Márquez)
Inyección de tinta sobre lona plástica / 100x200 cm / 2004



Y así se veía la expo...







Y así me veía yo hace 30 kilos



En la foto mi muy querido amiguo Miguel García y la guapísima Cristina Sandor




Y aquí la que era directora del IMAC en aquel entonces, Corín Martínez, con Mauricio Vázquez (los dos al centro), ambos muy queridos por su servidor.

1 comentarios:

Capitan Frio dijo...

Evidentemente este comentario no es por el cariño que siento por ti. Es por tu genialidad:

TE ADMIRO MUCHO!

-y te agradezco infinitamente y con todo cariño mi regalo... no sé porque tengo los ojos nublados-.

GRACIAS JORGE!

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